El acto de generosidad del ganador de 123 millones de euros en Euromillones: "Me enseñaron que ayudara en lo que pudiera"

Steve Thomson, albañil de profesión y residente en el Reino Unido, se convirtió en millonario tras ganar el premio mayor de Euromillones en 2019, con una cuantía de 123 millones de euros. En lugar de destinar la mayor parte de su fortuna a inversiones personales, decidió emplearla en un proyecto solidario que beneficiara a jóvenes adultos con discapacidad.

El empresario adquirió un edificio abandonado en la localidad de Chichester y lo transformó en la sede de la organización benéfica Together Our Community (TOC). El centro, que cuenta con tres plantas, dispone de una sala de entrenamiento, una sala sensorial, un aula diáfana y una cocina de formación que también funciona como cafetería, bajo el nombre de Boardwalk Café.

Un espacio dedicado al desarrollo y la inclusión

Según declaraciones de Thomson, la motivación para crear este espacio proviene de experiencias personales: “Mi hermana mayor sufría de escoliosis lumbar severa, y desde pequeño aprendí a respetar y apoyar a las personas con discapacidad”. Además, recuerda la influencia de su padre, Peter, quien enseñaba a niños con discapacidad de forma voluntaria, sembrando la semilla de su compromiso actual.

El centro está dirigido a jóvenes entre 18 y 35 años y les ofrece la oportunidad de aprender habilidades en hostelería, cocina y otras áreas profesionales. “Muchos jóvenes con autismo o dificultades de aprendizaje carecían de un lugar seguro donde reunirse, formarse y hacer amistades. Tras ganar el premio, supe exactamente dónde quería ayudar”, explicó Thomson.

Durante la pandemia, Thomson apoyó a TOC adquiriendo un minibús de segunda mano para transportar a los participantes a prácticas laborales y excursiones. Con el tiempo, comprendió que la organización necesitaba un espacio permanente para ampliar su impacto, lo que lo llevó a comprar el edificio y convertirlo en el centro actual.

El proyecto también incluye el Boardwalk Café, donde los jóvenes pueden trabajar y adquirir experiencia en el sector de la restauración. “Invitaré a mi padre, que ya tiene 76 años, al café porque sé que le encantará saber que hemos creado algo que realmente marca la diferencia”, manifestó Thomson.