¡Zaragoza renace! La salvación a solo tres meses de distancia

El Real Zaragoza respira al fin. Después de varias semanas de sufrimiento y de un comienzo de temporada que parecía anunciar un descenso inevitable, el equipo dirigido por Rubén Sellés ha conseguido recortar nueve puntos en apenas cuatro jornadas, situándose a solo dos del puesto 18, ocupado por la Real Sociedad B. Por primera vez desde septiembre, el horizonte deja de ser completamente oscuro.

El panorama actual

La Real Sociedad B, que marca la frontera de la permanencia, está ahora a tiro de distancia. Los donostiarras visitarán el Riazor este sábado tras quedar emparejados en el sorteo de la Copa. Andorra (también a dos puntos), Eibar (a uno) y Mirandés (empatado con los aragoneses) completan una zona baja comprimida, donde cualquier resultado puede mover la tabla considerablemente. Para el Zaragoza, el objetivo es claro: si vence al Cádiz este sábado en el Ibercaja Stadium a partir de las 21:00, tendrá opciones reales de superar a varios rivales… siempre que estos no sumen los tres puntos.

Tres entrenadores, una caída sin freno y un punto de inflexión

La reciente transformación contrasta con el agujero en el que vivía el equipo. El Zaragoza se hundió en la tabla desde la novena jornada. Gabi dejó el banquillo con apenas seis puntos en nueve partidos, un historial de un triunfo y tres empates, y un equipo que había marcado solo seis goles mientras recibía doce. En ese momento, el club estaba a tres puntos de la salvación.

La llegada de Emilio Larraz no logró revertir la dinámica. El golpe más duro llegó con la derrota 0–5 frente a la Cultural Leonesa, una jornada que dejó al equipo a cinco puntos de la zona de permanencia. El déficit se siguió ampliando en las jornadas siguientes, hasta alcanzar una situación crítica justo antes del derbi aragonés.

Fue entonces cuando el arribo de Rubén Sellés empezó a notarse. El técnico modificó la actitud, la organización y la competitividad del conjunto, aunque los resultados no llegaron de inmediato. Tres derrotas consecutivas mantuvieron al Zaragoza hundido, con la distancia a la zona de salvación incrementándose: 6, 7 y hasta 9 puntos en la jornada 13, con el Huesca como rival directo.

El derbi lo cambió todo

El 1–0 frente al Huesca marcó un antes y un después. El Zaragoza rompió una racha de seis derrotas seguidas y, por primera vez en semanas, redujo la brecha, situándose a seis puntos del objetivo. De haber perdido, la diferencia habría sido casi imposible de revertir: doce puntos.

La reacción se aceleró. En Huesca llegó una victoria de carácter, remontando con un gol de penalti, reduciendo la distancia a cinco puntos. Después, el triunfo ante el Leganés y otros dos puntos recortados dejaron la diferencia en tres. El último empate, conseguido en Málaga con un penalti en los instantes finales, colocó al Zaragoza a solo dos puntos de la Real Sociedad B.

Por primera vez en diez jornadas, el último de la tabla ve una puerta abierta y podría abandonar los puestos de descenso casi tres meses después.

Un Real Zaragoza más sólido

El cambio es profundo. Este Zaragoza ya no es el conjunto blando, sin dirección y sin alma de octubre. Es un equipo con una idea clara, que aprovecha sus recursos y compite en cada partido hasta el final. Lo ha demostrado al remontar en tres encuentros consecutivos, incluso jugando en inferioridad y fuera de casa.

Queda mucho camino por recorrer, pero la sensación es totalmente distinta. El Real Zaragoza, por fin, vuelve a ver la luz al final del túnel.

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