Una mujer fingió estar muerta para evitar que su pareja la acabara matando en Bellcaire
El pasado 3 de abril de 2024, en la localidad de Bellcaire d'Empordà (Girona), una mujer de 29 años sufrió un brutal atentado perpetrado por su expareja, quien, en medio de un proceso de separación, ingresó a la vivienda y atacó a su hijo de cinco años, causándole la muerte, y lesionó gravemente a la madre.

Detalles del caso
Según los testimonios recabados por la prensa y fuentes cercanas al proceso judicial, el agresor se presentó en la casa la noche anterior a los hechos, golpeó la puerta con tal violencia que rompió un cerrojo interno. Al ser interrogado por la víctima sobre el motivo del daño, ella habría respondido que él había intentado abrir la puerta por su cuenta.
El hombre solicitó a la víctima unas llaves de repuesto con el pretexto de recoger ropa en el domicilio, aunque nunca realizó la recogida. El día del ataque, dejó sus propias llaves en el trabajo, lo que, según la investigación, habría facilitado la defensa de que no disponía de medios para ingresar a la vivienda en caso de que la mujer falleciera.
Durante el asalto, el agresor apuñaló mortalmente al niño y hirió de gravedad a la madre. La vivienda se encontraba a oscuras, y la víctima recuerda haber percibido “la cara de rabia” del atacante. Ante la amenaza, la mujer se hizo pasar por muerta, permaneciendo inmóvil en el dormitorio matrimonial, mientras el agresor se dirigía a la habitación del menor.
Cuando la mujer intentó arrastrarse hacia la puerta para pedir ayuda, el agresor, que había pasado en coche frente a la casa, volvió a la vivienda, la arrastró hasta la cocina y la golpeó nuevamente. Una hora después, logró recobrar el sentido y, con ayuda de una vecina, solicitó auxilio.
El autor del delito huyó hacia Torroella de Montgrí, donde residía desde hacía pocos días con sus padres. Sin embargo, pocas horas más tarde fue detenido por los Mossos d'Esquadra, quienes al registrar su domicilio encontraron el arma utilizada en el crimen.
En el proceso judicial, el detenido admitió haber agredido a la mujer, pero negó la participación en el homicidio del niño, alegando que el menor se había marchado llorando a su habitación. La causa se mantiene abierta bajo los cargos de asesinato, tentativa de asesinato con agravantes de género, ensañamiento y parentesco.
Tras un año y ocho meses de tratamientos y varias operaciones, la víctima ha comenzado a recuperar la memoria. Ha declarado que, durante el ataque, fingió estar muerta para evitar ser asesinada y que ahora recuerda con detalle los acontecimientos previos, lo que podría indicar una planificación del agresor.

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