Regreso de exiliados, tensiones con Israel, una reconstrucción urgente... Siria busca levantarse a un año de la caída de Al Asad

El cantante y líder de la legendaria banda de rock española Extremoduro, Robe Iniesta, falleció este lunes a los 63 años, tras una larga batalla contra una enfermedad que había mantenido en reserva. Su muerte ha generado una oleada de homenajes de colegas y seguidores, que recuerdan su influyente trayectoria y su estilo inconfundible dentro de la música en español.

En Marruecos, el país fue sacudido por el derrumbe de dos edificios residenciales en la ciudad de Tánger, que dejó al menos 19 personas fallecidas y 16 heridos. Según los equipos de emergencia y los reportes de los medios locales, el colapso se debió a fallas estructurales agravadas por las intensas lluvias de los últimos días.

Siria: un nuevo gobierno en busca de legitimidad

Un año después de la caída del régimen de Bashar al‑Ásad, la transición política en Siria avanza bajo la figura de Ahmed al‑Shara, exlíder del grupo yihadista Hayat Tahrir al‑Sham. Al‑Shara, detenido por fuerzas estadounidenses en Irak en 2005 por presuntos vínculos con Al‑Qaida, ha recibido recientemente el respaldo de Washington y fue recibido en la Casa Blanca por el presidente Donald Trump, quien lo describió como “un líder fuerte”.

Desplazamiento y retorno de refugiados

Los datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) indican que más de tres millones de sirios han regresado a sus hogares desde la caída del antiguo régimen. Sin embargo, persiste un desplazamiento interno de 1,9 millones de personas, y 1,2 millones siguen viviendo como refugiados en países vecinos. Los flujos de retorno más destacados son:

• 170 000 desde Jordania.
• 379 000 desde el Líbano.
• 28 000 desde Egipto.
• 560 000 desde Turquía.

El comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, calificó este movimiento como una oportunidad única para poner fin a una de las crisis humanitarias más graves de la última década.

Tensiones con Israel

El conflicto fronterizo sigue latente. El 28 de noviembre, una incursión israelí en la localidad de Beit Jinn, cercana a Damasco, dejó 13 muertos y decenas de heridos. Israel alegó que la operación buscaba neutralizar a miembros del grupo libanés Jamaa al‑Islamiya. Mientras tanto, las fuerzas israelíes continúan manteniendo puestos en la zona desmilitarizada de los Altos del Golán y en el monte Hermón, una posición que el primer ministro Benjamin Netanyahu ha declarado indispensable para la seguridad de Israel y la comunidad drusa siria.

Retos económicos y la sombra del captagon

Aunque la mayor parte de las sanciones occidentales ha sido levantada, la economía siria muestra una recuperación limitada. El Banco Mundial estima que la reconstrucción de las áreas devastadas por la guerra costará alrededor de 216 millones de dólares. Sin el apoyo financiero internacional, los expertos advierten que la ventana de oportunidad para la reconstrucción se cerrará rápidamente.

Otro desafío importante es la erradicación del “captagon”, una anfetamina conocida como “la cocaína de los pobres”. Durante el mandato de al‑Ásad, la producción del captagon se convirtió en una fuente de ingresos para el régimen y grupos insurgentes. En 2023, aproximadamente el 80 % del suministro mundial de esta droga sintética se fabricaba en Siria, lo que convirtió al país en un importante nodo del narcotráfico.