La región de España donde las torrijas se comen en Navidad y no en Semana Santa
En Cantabria las torrijas, también conocidas como torrejas o tostas, se han consolidado como uno de los dulces más consumidos durante la época navideña, superando incluso a la tradicional Semana Santa. Según los datos recabados por nuestros corresponsales y fuentes locales, este postre suele servirse en el desayuno o como acompañamiento de la merienda del 25 de diciembre y del día de Año Nuevo, acompañado habitualmente de una copita de anís.

Origen y tradición de la torrija
La torrija nació como una receta de aprovechamiento para evitar el desperdicio del pan duro. La preparación consiste en remojar el pan en leche infusionada con azúcar, canela y otros aromatizantes, pasar las rebanadas por huevo batido y freírlas en aceite limpio. El resultado es un dulce calórico y nutritivo, ideal para recuperar energías.
Los primeros registros de una preparación similar aparecen en recetas latinas del siglo IV o V, recopiladas por el famoso gastrónomo romano Apicio. Sin embargo, la torrija tal y como la conocemos hoy tomó forma en el siglo XVI, cuando se empleó como alimento de recuperación para las mujeres que habían dado a luz. En esa época, las rebanadas de pan duro se servían con huevo, azúcar y leche, acompañadas de una copa de vino, proporcionando el aporte calórico necesario tras el parto.
Con el tiempo, el carácter energético del plato lo hizo popular durante la Cuaresma y la Semana Santa, periodos en los que la carne estaba restringida. En la actualidad, la torrija ha trascendido esas limitaciones y se disfruta en cualquier época del año, aunque su consumo en Cantabria se concentra mayormente en Navidad.
Claves para preparar la mejor torrija
- Utilizar un pan resistente al calor, preferiblemente del día anterior.
- Infusionar la leche con azúcar, canela y ralladura de limón o naranja para intensificar el aroma.
- Freír las rebanadas en aceite limpio y bien caliente, evitando que absorban grasa en exceso.
- Espolvorear con azúcar o pasar por miel al terminar, según la preferencia.
En Cantabria, el consumo de torrijas se ha convertido en una tradición familiar que combina el sabor reconfortante del dulce con la costumbre de brindar con anís, creando una experiencia gastronómica típica de las fiestas navideñas del norte de España.

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