España acogerá un centro de día pionero para menores con cáncer: "Será una escapatoria al hospital y donde sentir que no estamos solos"
La Fundación Alina, impulsada por Paco Arango, ha anunciado el proyecto para crear la primera instalación de Europa que ofrecerá apoyo integral a niños con tumores y a sus familias. La iniciativa, que se financiará con la recaudación obtenida en el tradicional evento navideño de la fundación, ha lanzado también el nuevo spot publicitario “La Casita de Papel”.

El objetivo: un centro de día integral para la oncología infantil
El centro, llamado provisionalmente “Casa Alina”, será una sede multifuncional donde los pacientes, sus familiares y los sobrevivientes podrán recibir atención psico‑oncológica, participar en actividades recreativas y disfrutar de espacios diseñados para fomentar la normalidad y el bienestar. La construcción está prevista para iniciarse en 2026 y la apertura está estimada para 2028. Hasta la fecha, la fundación ha conseguido alrededor de siete millones de euros de los quince millones necesarios.
El proyecto se ubicará en un solar municipal de 15 800 m² en el distrito de Hortaleza, en Madrid. El emplazamiento incluirá áreas al aire libre —como zonas de terapia asistida con perros, un huerto ecológico, un pequeño circuito de golf y cabañas—, así como tres edificios. En el edificio principal se concentrarán:
- Oficinas y consultas de atención psico‑oncológica.
- Salas de arte, música, cine y juegos.
- Un gimnasio con rocódromo y una cafetería‑comedor.
- Un auditorio con capacidad para 50 personas para eventos y actividades lúdicas.
- El “Pabellón de la Vida”, dedicado a terapias de acompañamiento al duelo.
El acceso será gratuito para los pacientes, sus familias y los supervivientes que hayan superado la enfermedad. Cada año se diagnostican en España aproximadamente 1 500 casos nuevos de cáncer infantil; tras un promedio de dos años de tratamiento, el 80 % de los niños sobrevive, aunque el 60 % de ellos sufre secuelas permanentes.
Testimonios que ilustran la necesidad del proyecto
Marcos Muñoz, de 17 años, y Cristina Sampaio, de 8 años, son dos de los beneficiarios de la labor de la Fundación Alina. A Marcos le diagnosticaron sarcoma de Ewing hace tres años y a Cristina le detectaron leucemia hace dos. Ambos se conocieron a través de la fundación y describen la Casa Alina como una “segunda casa”, un espacio donde pueden estar sin sentir la discriminación que a veces experimentan en el entorno hospitalario.
María Caso, madre de un niño con cáncer, señala que “estos niños están aislados; pasan muchas horas en hospitales y pierden la infancia”. Añade que el nuevo centro será “un oasis de salvación dentro de esta enfermedad”, un lugar donde las familias puedan compartir experiencias y apoyarse mutuamente.
Elena Alonso, madre de Cristina, enfatiza la importancia de la atención psicológica: “Esta enfermedad genera mucho miedo, incertidumbre, soledad y cansancio. Necesitamos psicólogos que nos ayuden a afrontar la situación”.
La pequeña Cristina, que suele cubrirse con una mascarilla para protegerse, también mostró entusiasmo al imaginar las actividades que podrá realizar en la Casa Alina, como cocinar en la escuela de cocina que se instalará en la sede y nadar en las dos piscinas previstas —una interior y otra exterior.
La campaña de recaudación y el evento navideño
El fin de semana pasado se celebró el “Alina Christmas Weekend” en el hotel NH Eurobuilding de Madrid, con la participación de personalidades como Helen Svedin, Carlos Latre, Mar Flores y Carlos García Hirschfeld. El evento, que incluyó un bazar y puestos de venta, destinó todos los ingresos a la financiación de la Casa Alina. Asimismo, la fundación ha puesto en marcha una campaña de donación para completar la meta de quince millones de euros.
Con la difusión del spot “La Casita de Papel”, la Fundación Alina busca concienciar al público sobre la disparidad en el gasto: en España se invierte tres veces más en juguetes que en causas infantiles relacionadas con el cáncer.
La Casa Alina no solo consolidará la labor de la fundación en hospitales, campamentos, viajes y talleres, sino que también ofrecerá un espacio donde niños y jóvenes sobrevivientes puedan retomar actividades cotidianas, como ir a la piscina, al cine o al teatro, sin los estigmas y limitaciones que suelen acompañar a la enfermedad.

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