Cómo es la coraza de Chernóbil que podría estar dejando de funcionar por culpa de un ataque ruso
Un incendio de gran magnitud se ha desatado en un bloque de viviendas ubicado en el distrito de Brooklyn, Nueva York, provocando la evacuación de cientos de residentes y la intervención de varios cuerpos de bomberos. Las autoridades aún investigan el origen del siniestro mientras se atienden a los heridos.

En otro plano, el Gobierno de Cataluña ha decretado el estado de emergencia sanitaria por la detección de la peste porcina africana en la región, medida que obliga a reforzar los controles en granjas y a limitar los movimientos de cerdos para evitar una mayor propagación.
Situación crítica en la central nuclear de Chernóbil
Según los reportes obtenidos por nuestros corresponsales y fuentes oficiales, la estructura de contención de la central nuclear de Chernóbil, en Ucrania, presenta graves fallas tras el ataque con drones que sufrió en febrero de 2025. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha emitido una alerta al respecto.
Una inspección reciente realizada por expertos del OIEA confirmó daños permanentes en la cubierta protectora, conocida como el Nuevo Confinamiento Seguro (NSC), así como en los sistemas de monitoreo. En el comunicado difundido el viernes, la agencia señaló que la estructura “ha perdido sus funciones principales de seguridad, incluida la capacidad de confinamiento”.
El NSC, una coraza móvil de 30.000 toneladas construida entre 2016 y 2018 por la empresa francesa Novarka, fue diseñada para rodear el sarcófago de hormigón del reactor nº 4 y reducir la liberación de material radiactivo. Con 110 m de altura, 150 m de ancho y 256 m de longitud, se esperaba que su vida útil superara los cien años. Sin embargo, los combates y los ataques rusos en la zona han comprometido su integridad.
Rusia ocupó la zona de Chernóbil durante 35 días en 2022, del 24 de febrero al 31 de marzo, y los testimonios del presidente ucraniano Volodímir Zelenski indican que tropas rusas saquearon laboratorios, capturaron guardias y utilizaron la instalación con fines militares. Desde entonces, los cuatro reactores de la planta llevan más de dos décadas sin combustible y sin actividad operativa, y dependen de la red eléctrica ucraniana y de generadores diésel para mantener refrigeradas las piscinas donde se almacena el combustible nuclear restante.
El NSC fue completado en noviembre de 2016, treinta años después del accidente de abril de 1986, y su objetivo era permitir el desmantelamiento del viejo sarcófago y la extracción segura del material radiactivo. El proyecto, financiado con 2.150 millones de euros —de los cuales 1.500 millones correspondieron al nuevo sarcófago— contó con el apoyo del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y la colaboración de 28 países que aportaron 1.417 millones de euros.
En febrero de 2025, drones explosivos rusos impactaron la cubierta exterior del NSC, dañando su estructura sin provocar fugas de radiación. A pesar de que la coraza permaneció intacta, la alarma del OIEA subraya la necesidad de reparaciones urgentes para garantizar la contención del sitio.
Ucrania mantiene la alimentación eléctrica del complejo mediante ocho líneas de transmisión y dos generadores diésel, los cuales siguen enfriando las piscinas de combustible nuclear. El último reactor estuvo operativo hasta el año 2000. Se espera que el 26 de abril de 2026 se cumpla el 40.º aniversario del desastre, fecha que podría coincidir con avances diplomáticos entre Ucrania y Rusia.

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