Alerta sanitaria en Europa: Lo que se sabe de la nueva y agresiva variante K de la gripe A (H3N2) que amenaza a España

Los sistemas de salud de Europa y Estados Unidos atraviesan un invierno excepcionalmente complicado. Un brote inusual de gripe, que se ha extendido durante varias semanas, está generando una presión sin precedentes en los hospitales y un fuerte incremento de las consultas médicas.

La causa de este aumento de atenciones es la rápida propagación de una nueva variante K de la gripe A (H3N2), subclado K. Esta cepa, que presenta mutaciones en su capa externa, muestra una alta capacidad de contagio y afecta sobre todo a los grupos más vulnerables: niños pequeños, mayores de 65 años y personas con enfermedades crónicas.

Índice

Características de la variante K

El virus de la gripe H3N2 no es nuevo, pero el subclado K contiene alteraciones en la cápside que pueden dificultar la inmunidad natural adquirida por exposiciones previas y reducir la protección que ofrecen las vacunas estacionales actuales. En términos simples, el sistema inmunológico de muchas personas no reconoce a este virus con la misma eficacia.

Los expertos consultados por agencias internacionales indican que, por el momento, no hay evidencia de que la variante cause una enfermedad más grave en cada caso. El principal problema es su extraordinaria transmisibilidad. Un número tan elevado de contagios en poco tiempo, sumado a la circulación simultánea del virus respiratorio sincitial (VRS) y del SARS‑CoV‑2, multiplica el riesgo de complicaciones y satura los centros de salud. Esta co‑circulación también complica los diagnósticos, pues es necesario realizar pruebas que diferencien gripe, COVID‑19 y VRS.

Se prevé que los niveles de contagio se mantengan altos y que la ola de casos pueda prolongarse hasta la primavera. Un mayor número de infecciones aumenta la probabilidad de que más personas desarrollen complicaciones graves, como neumonías, que requieran hospitalización.

Síntomas y grupos de mayor riesgo

  • Fiebre alta
  • Malestar general intenso
  • Dolores musculares y articulares
  • Tos seca
  • Fatiga excesiva

Los grupos poblacionales más vulnerables son:

  • Niños menores de cinco años, especialmente los muy pequeños.
  • Personas mayores de 65 años.
  • Individuos de cualquier edad con enfermedades crónicas subyacentes, como afecciones cardíacas, pulmonares, diabetes o inmunodepresión.

Medidas de prevención y recomendación de vacunación

Las autoridades sanitarias reiteran la importancia de reforzar las medidas básicas de prevención, muchas de las cuales se interiorizaron durante la pandemia de COVID‑19:

  • Lavado frecuente de manos con agua y jabón o gel hidroalcohólico.
  • Evitar tocarse la cara, especialmente ojos, nariz y boca.
  • Al estornudar o toser, cubrir la boca y la nariz con un pañuelo desechable o con la parte interna del codo.
  • Ventilar los espacios cerrados (escuelas, oficinas, hogares) para reducir la concentración de virus en el aire.
  • Permanecer en casa cuando se presentan síntomas para evitar contagiar a otros.

Respecto a la vacunación, la Organización Mundial de la Salud y las agencias nacionales afirman que sigue siendo la herramienta más eficaz. Aunque la efectividad de la vacuna de esta temporada contra la variante K puede ser ligeramente inferior, la protección que brinda sigue siendo significativa: reduce el riesgo de hospitalización, de muerte y ayuda a disminuir la transmisión comunitaria.

Mascarillas obligatorias en Cataluña

Ante la gravedad de la situación, la comunidad autónoma de Cataluña ha adoptado medidas específicas. La portavoz del Govern, Sílvia Paneque, anunció que, a partir del miércoles 10 de diciembre, será obligatorio el uso de mascarilla en todos los ámbitos sanitarios y sociosanitarios de la comunidad.

Paneque explicó la decisión: “Al igual que las vacunas salvan vidas, la contención de la gripe mediante el uso de mascarilla también es una manera de proteger a la población”. Añadió que la experiencia con la COVID‑19 respalda la medida: “La COVID‑19 ya nos demostró que el uso de mascarillas es una opción preventiva eficaz”.

La obligatoriedad, con una vigencia inicial de 15 días prorrogables, afecta a centros de atención primaria, hospitales, centros de salud mental, residencias de mayores y centros para personas con discapacidad. Deberán usar mascarilla todas las personas a partir de los 6 años, incluidos pacientes, visitantes y profesionales. Quedan exentas las personas internadas en su habitación, quienes tengan dificultades respiratorias agravadas por su uso, los menores de 6 años y aquellos con discapacidad que les impida manipularla.

Qué hacer y qué no hacer frente a la variante K

Los especialistas recuerdan que la gripe es causada por un virus, por lo que los antibióticos no son efectivos contra ella. Su uso indebido contribuye al grave problema de la resistencia bacteriana. El tratamiento se centra en aliviar los síntomas: reposo, hidratación abundante y medicamentos antipiréticos como paracetamol o ibuprofeno, siempre bajo consejo médico o farmacéutico.

Es fundamental buscar atención médica ante signos de alarma, como fiebre persistente más de 3‑4 días, dificultad para respirar, dolor en el pecho, confusión o empeoramiento repentino después de una leve mejoría.

El avance de la variante K del virus de la gripe A (H3N2) plantea un panorama sanitario complejo para los próximos meses. La situación actual refuerza la importancia de la responsabilidad individual y colectiva: vacunarse, adoptar medidas de higiene respiratoria y quedarse en casa cuando se está enfermo son acciones que, sumadas, tienen un impacto decisivo en la protección de los más vulnerables y en la capacidad de los hospitales para responder a la demanda.

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