Quentin Tarantino carga contra el célebre actor que le arruinó una de sus películas favoritas: "Es un flojo y un nenaza"

En el reciente podcast del escritor Bret Easton Ellis, publicado por Entertainment Weekly, Quentin Tarantino volvió a expresar su visión sobre el cine del siglo XXI y, en particular, sobre la película “There Will Be Blood” (titulada en español “Pozos de ambición”). El director, considerado un referente indispensable del séptimo arte, declaró que la cinta ocuparía los primeros puestos de su lista de mejores filmes del siglo, de no ser por lo que describió como una “deficiencia enorme” en la actuación de Paul Dano.

Una crítica contundente a Paul Dano

Tarantino sostuvo que el papel de Dano, quien interpretó al joven petrolero Eli Sunday, quedó muy lejos de la intensidad que ofreció Daniel Day‑Lewis, ganador de su segundo Oscar por el mismo personaje. “Hay una clara diferencia, debería haber sido un duelo, pero no lo es”, afirmó el cineasta, calificando al actor como “un flojo y un nenaza”.

El director no se limitó a la crítica: sugirió que otro intérprete habría hecho justicia al papel. “Austin Butler, con quien trabajé en ‘Érase una vez en Hollywood’, habría sido genial en ese rol”, agregó, insinuando que la presencia de un actor más experimentado podría haber elevado la película a la posición número 1 de su ranking.

Durante la entrevista, el escritor intentó suavizar la tensión, recordando que la actuación de Day‑Lewis “ensombrece a cualquiera”. Sin embargo, Tarantino respondió con mayor dureza cuando le preguntaron si consideraba a Dano “el actor más flojo del sindicato”, describiéndolo como “la pieza más floja del mundo”.

El contexto de la actuación de Dano también salió a la luz. Inicialmente debía interpretar a un personaje secundario, pero tras la salida de Kel O'Neill del rodaje, el actor fue llamado a asumir el rol principal con apenas cuatro días de preparación. Aun con esa presión y enfrentándose a la intensidad de Day‑Lewis, muchos críticos consideraron su desempeño digno, aunque Tarantino mantuvo su postura crítica.

Con esta declaración, el aclamado director muestra una vez más su carácter directo y a veces polémico, recordándonos que, para él, la excelencia cinematográfica depende tanto de la visión del realizador como de la capacidad interpretativa de sus actores.