'House flipping': la polémica fórmula de inversión inmobiliaria que genera rentabilidades de hasta el 50%
Los periodistas de nuestro medio verifican los hechos directamente en el terreno o a través de fuentes confiables. En este contexto, la estrategia de adquirir pisos antiguos, rehabilitarlos y venderlos a precios elevados está ganando tracción, aunque sus críticos la acusan de especulativa y reclaman impuestos más duros para los promotores.

El auge del house flipping en España
Invertir en ladrillo siempre se ha considerado una apuesta segura, tangible y estable, capaz de generar ingresos pasivos y proteger el patrimonio frente a la inflación. Tradicionalmente, el pequeño inversor adquiría viviendas, locales o garajes para alquilarlos y obtener rentabilidades. Esa práctica sigue predominando, pero el encarecimiento de la vivienda ha impulsado a muchos a buscar nuevas oportunidades, especialmente en el segmento de pisos antiguos.
Según un informe de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI), el parque de vivienda en España tiene una edad media de 43,5 años. Esta antigüedad, sumada a una demanda creciente, ha creado el caldo de cultivo perfecto para el llamado house flipping, una forma de inversión que consiste en comprar una vivienda a bajo precio, reformarla integralmente y venderla en un plazo de seis a ocho meses, con retornos que pueden alcanzar entre el 20 % y el 50 % de la inversión inicial.
Idealista explica que el objetivo del house flipping es “poner en valor una construcción obsoleta que necesita reformas importantes y devolverla al mercado con una rentabilidad elevada”. Según la plataforma, “todas las partes salen ganando”: el comprador recupera su inversión con creces, y el mercado se enriquece con un nuevo inmueble habitable sin necesidad de demoler edificaciones antiguas.
Ferran Font, director de estudios y portavoz de pisos.com, señala que “el parque de vivienda existente está muy obsoleto y necesita reformas no solo para mejorar el inmueble, sino también para cumplir con las exigencias de eficiencia energética impuestas por la normativa europea”.
Los expertos coinciden en que la clave del éxito radica en identificar propiedades que requieran reformas importantes pero que mantengan una estructura sólida. Estas viviendas, aunque presentan problemas de habitabilidad, permiten al inversor negociar precios más bajos y, tras la rehabilitación, obtener una mayor rentabilidad.
Property Partners, una red inmobiliaria especializada en propiedades residenciales y comerciales de lujo con más de diez años de experiencia, afirma que su modelo de compra‑rehabilitación‑venta está “generando retornos de entre el 20 % y el 50 % de la inversión inicial”. Felipe Reuse, director general de la compañía en España, añade que el flipping “es una herramienta válida para regenerar activos inmobiliarios en desuso, pero exige un enfoque técnico, ético y sostenible”.
Críticas y propuestas legislativas
- Organizaciones de consumidores, como la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), advierten que este modelo fomenta la especulación inmobiliaria y no necesariamente mejora la accesibilidad del mercado.
- En el Congreso de los Diputados, el partido Compromís ha presentado una propuesta para gravar la práctica con un impuesto del 25 % sobre la ganancia obtenida.
- El diputado Alberto Ibáñez ha argumentado que quienes “juegan al Monopoly” con la vivienda deberían pagar un 25 % del total en impuestos, considerándolo un acto especulativo que justifica una mayor carga fiscal.
En resumen, el house flipping se perfila como una tendencia creciente en el sector inmobiliario español, ofreciendo atractivas rentabilidades pero también generando un intenso debate sobre su impacto social y la necesidad de regular su actividad mediante medidas fiscales más estrictas.

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