Jessica Gómez: "Las mujeres estamos tan anuladas que no sé cuantas generaciones van a hacer falta para cambiarlo"
La escritora Jessica Gómez ha lanzado su sexto libro, titulado Cambio dramas por croquetas: terapia para facilitarte la vida porque no lo va a hacer por ti, publicado por HarperCollins Ibérica. Con un estilo irónico y humorístico, la autora propone a través de la metáfora de las croquetas una forma de afrontar los retos cotidianos, planteando la risa como herramienta terapéutica.
Una obra nacida del humor y la reflexión
Gómez, que reside en un barrio obrero del extrarradio de Gijón junto a su marido, sus tres hijos, dos perros y tres gatos, describe el libro como “un café con una amiga”. En sus palabras, el objetivo no es ofrecer soluciones mágicas, sino aligerar la carga del día a día y, cuando sea necesario, recordar la importancia de acudir a profesionales de la salud mental.
“Sin querer, acabas reflexionando sobre temas profundos pero los trivializas, sin banalizarlos”, asegura la autora. Añade que el libro puede “arreglarte la tarde” y, con suerte, contribuir a mejorar el ánimo.
El proyecto surgió después de que un post escrito por Gómez en 2016, titulado “Querida chica del baño verde”, se viralizara a nivel internacional y fuera traducido a varios idiomas. Ese éxito le valió premios como el de mejor blog personal y la final del concurso de mejor blog del año, lo que le abrió las puertas al mundo editorial.
“Un día recibí un correo de Olga, editora del grupo Planeta, que quería publicar algo mío. Fue el punto de inflexión que marcó mi entrada en la edición tradicional”, recuerda Gómez.
En esta nueva obra, la escritora aborda la maternidad, las relaciones de pareja y la vida cotidiana con una voz sincera y cargada de ironía. Entre sus reflexiones destaca una frase que se ha convertido en sello de la publicación: “Ser madre es una santa mierda, es terrible”. Con ella, la autora denuncia la falta de tiempo y cuidado personal que a menudo experimentan las mujeres que deben atender a todos menos a sí mismas.
Asimismo, Gómez critica la representación idealizada del amor en la literatura, argumentando que las historias de amor duradero y realista, en la que la pareja se apoya mutuamente para repartir la carga, son escasas. “Cuando las mariposas desaparecen, lo que queda es un amor tranquilo, de complicidad y de equipo”, escribe.
El mensaje central del libro es la búsqueda de la paz interior. “El éxito consiste en saber quién eres, sentirte bien contigo mismo y poder decir en voz alta que ciertos clásicos están sobrevalorados”, afirma la autora. Además, comparte una anécdota personal sobre las dificultades económicas que superó, culminando en la certeza de que pronto podrá cubrir sus gastos y disfrutar de pequeños lujos.
Jessica Gómez dedica la obra a sus mascotas, describiendo con humor cómo su gato le “roba notas” y su perro le “rompe el portátil”. “Nos levantamos a las cinco de la mañana y nos divertimos escribiendo juntos”, concluye, subrayando el papel fundamental del humor y la compañía animal en su proceso creativo.

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